Voluntariado en India haciendo fotografías y videos

Jaisalmer también conocida como “The Golden City” es una ciudad dentro del estado de Rajasthan, en la India, que se encuentra en la zona más desértica del país y cerca de la frontera con Pakistán, dándole así una aire único y una mezcla de culturas muy interesante.

Su principal y mas notoria característica, es que toda la ciudad está construida en piedra arenisca color naranja y por eso la llaman la “Ciudad Dorada”. Además que mantiene un estilo arquitectónico y una unidad visual bellísima que la hace única en la India y parece que se hubiera detenido en el tiempo.

Los medios de transporte más utilizados para llegar hasta allí son: avión, tren y buses con camas, mientras que al interior de la ciudad se pueden transportar en tuc tuc o pueden caminar pues la ciudad es muy pequeña.

El tiempo recomendado para visitar esta ciudad como turista es de 2 a 4 días pero como voluntario pueden estar completamente gratis desde las dos semanas y hasta los tres meses con algunos anfitriones de Worldpackers.

Voluntariado haciendo fotografías y videos en la India 

Mi primer día... Un safari en camello

Sin conocer este proyecto completamente, el anfitrión de Swan Hostel Jaisalmer ya estaba ganando puntos conmigo, pues se encargó de enviar un tuc tuc para recogerme en la estación de tren y llevarme completamente gratis hasta el hostal donde sería voluntario por 30 días.

Me recibieron amablemente en la recepción y me ubicaron en una habitación compartida con Guilherme, otro voluntario de Brasil que llevaba algunas semanas en el hostal. Luego me dieron un pequeño recorrido por el edificio y me llevaron a la cocina para presentarme al personal del restaurante y en donde iba a desayunar, almorzar y comer totalmente gratis durante toda mi estadía.

La habitación que iba a compartir corresponde a un Budget Room. Una habitación básica y propia del hostal que tiene un valor aproximado de ₹600 a ₹800 Rupias - $8 a $11 Dólares por noche. Es decir, que solamente en alojamiento iba a ahorrar entre $240 a $330 Dólares durante el mes de mi voluntariado.

Era la habitación mas sencilla del hostal pero para mí era una suite presidencial con cama doble, TV de las antiguas (con programas en hindi), conexiones para cargar equipos electrónicos, ventilador, mesa de noche, silla, mesa auxiliar y además un baño propio con agua caliente. Incluso nos cambiaban el juego de sábanas, nos daban toalla, jabón, shampoo y papel higiénico. ¡Mucho más de lo que hubiera imaginado!

Así que lo primero que hice esa mañana fue darme un buen baño después del largo viaje que tuve en tren y luego alisté mis cosas. Sin embargo, en cuestión de minutos entraron a la habitación y me dijeron que me organizara para mi primera tarea con el hostal.

Lo primero que pensé fue... ¿Es enserio?, Pero si acabo de llegar..., ¿Cómo así?, necesito descansar un poco porque pasé una noche tremenda dentro del tren... Estaba bastante sorprendido, hasta que me dijeron lo siguiente:

"Emilio, necesitamos que alistes tu cámara fotográfica o teléfono móvil, lleva ropa abrigada en una mochila, acá tienes una botella con agua, y lleva papel higiénico. Vas a hacer un safari en camello con unos turistas que acaban de llegar al hostal y esperamos que puedas disfrutarlo haciendo buenas fotografías porque todos ustedes van a pasar la noche en el desierto bajo las estrellas y regresan mañana a medio día."

Lo segundo que pensé... fue ¿Me podré quedar a vivir acá para siempre?

Acababan de darme la noticia de que iba a hacer un safari en camello completamente gratis por hacer algo que me apasiona.

Corrí rápidamente al restaurante y me preparé algo de comer, pues tenía poco tiempo libre y a las 2:00 p.m. saldríamos en un jeep rumbo al desierto de Thar para comenzar con la aventura de mi primer día como voluntario en la India y acompañando a 3 turistas que no conocía.

Nuestra primera parada fue el Fuerte de Khaba, una pequeña construcción abandonada en la mitad del desierto, en la que hice imágenes, aprendimos un poco de la cultura de Rajasthan y además comencé a conocer mejor a las personas con las que estaba compartiendo. Finalmente y después de 45 minutos de recorrido en jeep, nos detuvimos en la mitad de la carretera para encontrarnos con 2 locales y 4 camellos.

Apenas llevaba unas cuantas horas de voluntario en Jaisalmer y ya estaba viviendo toda una aventura arriba un camello en la mitad del desierto.

Además de disfrutar mi viaje con Worldpackers estaba allí para hacer fotografías, así que después de un largo recorrido decidí bajarme del camello para buscar ángulos diferentes y caminar unos 10 minutos más, antes de llegar a nuestro destino final, cerca de las dunas de arena. Era una lugar espectacular y completamente silencioso donde solo estábamos nosotros.

Más tarde nos ofrecieron té chai y snacks, también caminamos descalzos sobre las tibias montañas de arena y mientras los turistas veían la puesta del sol, yo aprovechaba para divertirme haciendo fotografías de siluetas frente a un paisaje completamente degradado con naranjas y violetas.

La temperatura bajó en cuestión de minutos, nos pusimos chaquetas y nos sentamos para cenar comida típica de la India alrededor de una fogata y esperando a que la profundidad de la noche nos dejara ver las estrellas.

Alrededor de las 11:00 p.m. fuimos a descansar después de un largo día y haber hablando unas cuantas horas frente al fuego. Es increíble cómo se pueden aprender cosas de otros viajeros, culturas y personas que se cruzan en tu camino el mismo día y en la mitad del desierto. 

Recuerdo que esa noche, antes de cerrar los ojos y mientras estaba debajo de dos enormes y pesadas cobijas para soportar el frío de la noche, solo miraba al cielo y agradecía a la vida por estar viviendo esa experiencia allí. Sin mentirle a nadie, confieso que aquella noche ví 7 estrellas fugaces que me llenaron el corazón de sueños para seguir cumpliendo con cada viaje.

A la mañana siguiente, la luz del amanecer nos despertó. Luego desayunamos fruta, tostadas con mermelada, huevos cocidos y un té caliente delicioso que nos dejó listos para regresar. Alistamos nuestros equipos, subimos a los camellos y anduvimos otra media hora hasta un pequeño pueblo en la mitad del desierto donde nos estaba esperando el jeep para volver a la ciudad.

Indiscutiblemente fue uno de los mejores comienzos que haya podido vivir con Worldpackers. Un safari en camello completamente gratuito que incluía transportes, visita a un fuerte, recorridos en camello, atardecer, snacks, cena, fogata, una cama con un millón de estrellas, amanecer y desayuno. 

Una experiencia maravillosa que durante el siguiente mes realicé dos veces más, con el propósito de hacer nuevas imágenes, grabar un video promocional y fotografiar nuevos turistas o huéspedes del hostal.

¿Cuál era la rutina diaria durante mi voluntariado en India?

El día en que conocí a Mukesh, dueño y anfitrión de Swan Hostel Jaisalmer, me di cuenta de la tranquilidad y la generosidad con la que recibe a todos sus voluntarios. Simplemente dió a entender que en este proyecto no se necesitan expertos o profesionales, solo personas que vengan con una actitud positiva, ideas diferentes que puedan apoyar su hostal y muchas ganas de viajar. 

También aclaró que no hay horarios, no hay obligaciones específicas, ni tareas complejas, pues para él también es importante que las personas vayan a vivir una experiencia diferente en esta maravillosa zona de la India.

Personalmente me levantaba todos los días entre 7:00 y 8:00 a.m.

Cuando era necesario, lavaba mi propia ropa sucia a mano al interior del baño y subía a la terraza para extenderla y para que se secara, aunque el hostal también ofrecía servicio de lavandería, pero era un gasto extra.

Enseguida subía a la terraza para preparar mi propio desayuno, pues el hostal está vinculado con Romany Restaurant, un reconocido lugar de la ciudad que ofrece mucha variedad de platos y comidas con una vista espectacular. 

Siempre había mucho movimiento dentro de la cocina porque habían turistas y otros viajeros comiendo allí mismo, así que yo trataba de no frecuentarlo en horas de mucho trabajo y así podía preparar cualquier cosa sin problema. Tostadas, huevos con cebolla y tomate, frutas, té chai, café, pancakes con nutella, cereal, paratha, entre otras cosas.

En la mañana aprovechaba el tiempo para hacer fotografías del hostal, los lugares turísticos dentro de la ciudad y el restaurante. Todo en completa calma y sin ningún tipo de presión pues el equipo de trabajadores que compartía conmigo era muy tranquilo y estaba todo el tiempo disponible para cualquier actividad. 

Creo que el compartir con ellos a diario también fortaleció la relación y eso hizo mucho más agradable mi estadía allí.

Al medio día subía nuevamente a la terraza para preparar mi almuerzo o servir comida que había dentro de las ollas. Arroz, ensaladas, dhal, roti o algunos platos típicos que ya estaban servidos y me ofrecían dentro de la cocina para probar. Incluso cuando el restaurante estaba muy lleno de turistas y clientes, ayudaba a preparar roti o secaba platos para apoyarlos en la cocina.

En las tardes editaba el material que había realizado durante la mañana y lo dejaba listo para ser publicado. A veces salía a conocer un poco la zona y a comerme un helado, tomaba una siesta, leía libros, visitaba el mercado de la ciudad o subía a un mirador para ver el atardecer.

En las noches cenaba con algunos de los trabajadores del hostal, conversábamos, reíamos y dependiendo de las actividades del día íbamos a descansar entre 9:00 y 10:00 pm.

Una día tuve la fortuna de asistir con otro voluntario de Brasil, a una boda hindú (de esas que duran tres días) en la que comimos gratis y la disfrutamos muchísimo. En otra ocasión visitamos un Luxury Camp en la mitad del desierto; otro ambicioso proyecto de nuestro anfitrión y en donde hicimos un safari en jeep sobre las dunas del desierto, comimos delicioso, vimos un show de magia y un espectáculo de danza con fuego. 

Personalmente hice tres veces el safari en camello, dormí en carpa dentro de una comunidad en la mitad del desierto, visité prácticamente todos los lugares de interés de Jaisalmer, fui al Festival del Desierto que se realiza los primeros meses del año y creo que tuve suficiente tiempo libre para hacer cosas personales.

Todos los días eran diferentes y no habían horarios establecidos, además que como no había ningún tipo de presión sobre los voluntarios, las jornadas era realmente calmadas y muy agradables.

En este proyecto están incluidas las tres comidas, el alojamiento y personalmente desarrollé actividades como voluntario de 3 a 6 horas diarias, además que tenía los fines de semana libres para tomar algún medio de transporte y visitar alguna ciudad cercana. 

Actividades, tareas y responsabilidades durante mi voluntariado en Jaisalmer

En el momento en que apliqué a este proyecto con Worldpackers, acordé con el anfitrión que mi intercambio de habilidades estaría relacionado con la fotografía y contenido audiovisual para el hostal.

Cuando llegué a Jaisalmer me di cuenta que no habían tareas establecidas y trabajos específicos, así que decidí a partir de mi experiencia profesional proponerle al anfitrión en fotografiar todas las opciones de alojamiento que el hostal ofrece, pues el objetivo de esto era mostrar a un posible cliente la verdadera esencia de cada habitación con una excelente calidad estética excelente. 

Durante una semana estuve esperando a que las habitaciones se desocuparan para poderlas fotografiar una a una y dejarlas listas para cargarlas en plataformas como Booking y Hostel World. Incluso algunos de los trabajadores del hostal me ayudaron con la organización, la limpieza y todos los aspectos de producción para que se vieran perfectas.

Además estuve fotografiando las fachadas del hostal, la recepción, las zonas comunes, la terraza, la decoración y todos aquellos espacios que puedan contar un poco más a los turistas sobre este lugar.

Trabajé también haciendo fotografías dentro de la cocina del restaurante para intentar mostrar a los huéspedes la posibilidad de alimentarse allí mismo y así generar más ingresos para el hostal. 

Finalmente, el trabajo fotográfico también tiene un propósito comercial, y si lo que estoy haciendo contribuye de manera positiva al anfitrión pues me sentiré tranquilo de que las fotografías realmente están llevando un mensaje a alguien.

Una de las principales actividades que el hostal ofrecía era el safari en camello, pero además de eso invitaba a los huéspedes a que visitaran Jaisalmer, razón por la cual era bueno salir en el tiempo libre a disfrutar de la zona y aprovechar para generar contenido fotográfico y audiovisual.

En algunas oportunidades grabé, edité y finalicé unos videos promocionales muy cortos donde prácticamente se puede sentir la esencia de la “Ciudad Dorada”, pues las cuentas de Instagram y Facebook del hostal también necesitaban atención y se debían realizar entre una o dos publicaciones diarias para poder atraer más seguidores y posibles clientes.

Las tareas básicas que se realizaban como voluntario están al alcance de cualquier joven viajero. No es necesario tener una cámara profesional porque incluso otro voluntario de Brasil estuvo generando contenido fotográfico y audiovisual tan solo con su teléfono móvil. 

Incluso otra voluntaria de Argentina tampoco hablaba mucho inglés, pero hizo todo lo esfuerzo posible para poderse comunicar con las personas que trabajaban en el hostal y creo que eso es lo más importante de un viaje. El estar dispuesto a aprender nuevas cosas, el esforzarse para sacar lo mejor de uno mismo, el disfrutar de cada experiencia y el intentar relacionarse con los demás.

El anfitrión insistió en que no íbamos a trabajar en su hostal o su proyecto, él siempre quiso que disfrutáramos de nuestra estadía en Jaisalmer.

Aprendizajes, amistades y aventuras

Siempre que viajamos tenemos muchos aprendizajes, conocemos cientos de personas de otras culturas o países del mundo, y además disfrutamos de muchas aventuras.

Una de las cosas que mas me emocionaron de este viaje fue el tener que viajar en tren 18 horas y 35 minutos desde Nueva Delhi hasta Jaisalmer completamente solo pero rodeado de miles de hindués, pues fue realmente toda una aventura para mí y la disfruté muchísimo. 

Montar en camello en la mitad del desierto también fue toda una experiencia, pero haber podido quedarme a dormir una noche dentro de una comunidad fue toda una oportunidad para conocer la cultura del desierto y compartir con niños que no hablaban ni una sola palabra de inglés o español. Simplemente con gestos, sonrisas, juegos y abrazos disfruté una de las mejores noches de mi estadía en Jaisalmer.

Aprendí que en los desiertos las personas no lavan las vajillas y los platos de acero inoxidable con agua, sino que utilizan la arena mas seca y fina para limpiar cada pieza, absorber los restos de la comida y dejar cada plato perfectamente limpio. ¡Es una cosa espectacular!

Nuevamente preparé roti o chapati, porque ya lo había hecho por primera vez durante mi voluntariado con Worldpackers en Kenia. También aprendí algunas palabras en hindi, conocí sobre la cultura Rajasthani, los templos, el jainismo, la música del desierto, en fin. 

Descubrí una semillas mentoladas de cardamomo y azafrán deliciosas, además de unas paletas de mango que por poco me dejan en la quiebra.

Un día terminé volando cometas de papel en lo alto de una terraza y en otra ocasión tomando té chai con locales al interior de un Haveli, una residencia urbana o una mansión tradicional de la India, Pakistán y Bangladesh.

Indiscutiblemente hice muchísimas fotografías para el hostal y el proyecto de Worldpackers en el que estaba participando, pero también aproveché mi estadía para hacer proyectos personales que me permitan seguir viajando por el mundo.

Finalmente podría decir que lo más agradable de cada viaje siempre van a ser las personas que uno se encuentra en el camino. Todos los trabajadores del hostal y del restaurante fueron personas maravillosas que ahora considero mis amigos. 

Seres humanos demasiado respetuosos, humildes y generosos que me dejaron entrar a sus vidas por un mes y me enseñaron demasiadas cosas que espero seguir aplicando de aquí en adelante. 

También tuve la oportunidad de compartir con otros voluntarios de Brasil y Argentina que siempre se convirtieron en un apoyo para completar las sencillas tareas que realizábamos a diario dentro del hostal. 

Conocí turistas de todo el mundo que llegaban al hostal solamente para preguntar los precios de las habitaciones o averiguar por el safari en camello que era muy reconocido en la ciudad. Y muchos de ellos no solo me dieron excelentes recomendaciones para seguir viajando por la India sino que también me invitaron a visitarlos en sus países de origen.

El último día de mi estadía en Jaisalmer, alguien se enteró que la fecha de mi cumpleaños estaba cerca, así que me sorprendieron a la media noche con una deliciosa torta de chocolate. Todos se reunieron, cantaron y al final de la celebración me llenaron toda la cara de crema como gesto de cariño porque así lo hace en este país. ¡Estaba muy feliz y me hicieron sentir parte de la familia! Todos los días en lo que estuve allí viví la calidez humana de estas personas que ahora extraño profundamente.

En los viajes y en la vida nunca estaremos solos, porque siempre habrán personas que se cruzaran en nuestro camino para darnos alguna lección, ayudarnos a crecer y transformar nuestras vidas.

¿Cuánto dinero gasté durante mi voluntariado en India?

En aproximadamente un mes de mi estadía en Jaisalmer ahorré todos los gastos relacionados con hospedaje y alimentación que fueron aproximadamente unos $500 dólares. La habitación que me asignaron fue perfecta, limpia y muy cómoda. Y con respecto a las comidas, también podría decir que fueron sanas, variadas y en porciones generosas.

El único gasto grande que tuve para llegar a la India fue mi boleto de avión y el cual varía dependiendo de cada país, además de la Visa Electrónica para la India que tiene un valor de $80 Dólares (2 Meses). Sin embargo, tuve estos gastos obligatorios y extras para poder llegar hasta la ciudad de Jaisalmer y durante toda mi estadía de un mes.

• 2 Boletos de Tren (Sleeper Class): ₹1000 Rupias Indias - $15 Dólares.
• Atractivos turísticos y templos: ₹500 Rupias Indias - $7.5 Dólares.
• Snacks (Chocolates, frutas, helados): ₹2000 Rupias Indias - $30 Dólares.
• Extras: ₹2000 Rupias Indias - $30 Dólares.

Aproximadamente durante mi estadía de un mes como voluntario en India en Swan Hostel Jaisalmer gasté entre ₹5000 y ₹6000 Rupias Indias - $70 y $85 Dólares. 

Intentando ahorrar en transportes y caminando todo el tiempo porque la ciudad es muy pequeña, comiendo bien durante todo el día y solamente gastando en antojos o snacks. Personalmente no compré souvenirs o recordatorios, pero igual considero que es un valor bastante bajo para todo lo que pude vivir en este maravilloso lugar de la India.