Cómo adoptar una vida sustentable: consejos para el día a día

Aprende a llevar una vida sustentable, con consejos simples y efectivos que te ayudarán a pasar de la teoría a la práctica en tu rutina diaria.

10min

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Adoptar una vida sustentable no solo es una elección personal, sino una forma de contribuir a un futuro más equilibrado. Integrar pequeños hábitos en tu día a día no solo ayuda a cuidar el medio ambiente, sino que también promueve un estilo de vida más saludable y consciente.

Desde las decisiones que tomas en el supermercado hasta las elecciones que haces en casa, cada acción cuenta. Este artículo te acompañará en el camino hacia hábitos más armoniosos con el planeta, ofreciéndote herramientas prácticas para hacer la diferencia sin complicarte. Porque al final de cuentas, vivir de manera sustentable es más sencillo de lo que parece y los beneficios son enormes.

Vida sustentable: ¿qué significa?

Llevar una vida sustentable significa tomar decisiones conscientes que reduzcan nuestro impacto negativo en el planeta. Implica adoptar un enfoque más responsable en nuestro consumo, optando por productos y servicios que promuevan la conservación de los recursos naturales para el bienestar de todos los que vivimos en el planeta.

Este estilo de vida sostenible no se trata solo de grandes cambios, sino también de incorporar pequeñas acciones para cuidar el medio ambiente, como reducir el uso de plásticos, ahorrar energía, o elegir alimentos de origen local y orgánico. Es un compromiso diario que busca equilibrar nuestras necesidades actuales con la preservación del entorno para futuras generaciones.

Al elegir un enfoque más consciente y respetuoso con el planeta, estamos aportando nuestro granito de arena para vivir en un entorno más armonioso con la naturaleza y sus recursos, en lugar de creernos ajenos a la destrucción acelerada que se le está propinando. 


grupo de jóvenes en ronda con deshechos recogidos en limpieza de área natural

¿Por qué es tan importante la vida sustentable?

Optar por una vida más sustentable es más que una moda, es una respuesta necesaria a la crisis ambiental que enfrentamos.

A lo largo y ancho del planeta, estamos perdiendo espacios verdes vitales de manera irreversible, como el Amazonas, la selva de Borneo, el Gran Chaco y las selvas tropicales de África Central, a causa de la deforestación, la expansión agrícola-ganadera y la urbanización desmedida. Estos lugares no solo son el hogar de innumerables especies que se están extinguiendo, sino que también regulan el clima y actúan como pulmones del planeta.

Aunque detener esta devastación global no está solo en nuestras manos, cada uno de nosotros puede contribuir a un cambio de conciencia colectivo. Adoptar prácticas sustentables en nuestra vida diaria, como reducir el consumo de productos que dependen de la deforestación o apoyar a empresas que protegen el medio ambiente, puede parecer pequeño, pero es parte de un esfuerzo mayor. 

Beneficios de una vida sustentable

Vivir de manera sustentable no solo beneficia al planeta, sino también a nuestra salud y bienestar. Al elegir prácticas más conscientes, como reducir el desperdicio, consumir de manera responsable y optar por energías renovables, estamos construyendo un estilo de vida más equilibrado y en armonía con nuestro entorno.

Más allá de los beneficios ambientales, una vida sustentable nos permite reconectar con lo esencial. Cultivar nuestros propios alimentos, caminar o andar más en bicicleta en lugar de conducir, y pasar tiempo en la naturaleza nos ayudan a desacelerar y disfrutar de una vida más simple, pero profundamente satisfactoria.

Además, al hacer estos pequeños cambios, inspiramos a otros a seguir el mismo camino, creando un efecto dominó que puede llevar a una transformación más grande. No se trata de ser perfecto, sino de ser conscientes y responsables con nuestras elecciones, sabiendo que cada pequeño gesto cuenta en el camino hacia un futuro más sostenible.


vida sustentable: abuela, hija y nieto haciendo plantines

¿Cómo llevar una vida sustentable?

Ahora que ya hablamos de la importancia de llevar una vida sustentable y cómo esto puede impactar positivamente tanto en el medio ambiente como en nuestras vidas, pasemos a la manera de ponerlo en práctica a través de 10 hábitos diarios:

1. Practica la movilidad sostenible

El transporte es una de las principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero, por lo que optar por alternativas más sostenibles puede hacer una gran diferencia.

Incorporar caminatas, andar en bicicleta, o utilizar el transporte público en tu rutina diaria no solo reduce la cantidad de CO2 que emites, sino que también promueve un estilo de vida más activo y saludable. 

Compartir coche con otros, utilizar aplicaciones de carpooling o trabajar desde casa cuando sea posible, son prácticas que pueden ayudarte a reducir tu huella de carbono.

La movilidad sostenible no solo beneficia al planeta, sino que también puede mejorar tu calidad de vida al reducir el estrés del tráfico y fomentar un mayor contacto con tu entorno.

2. Reduce, reutiliza, recicla

Adoptar la regla de las tres R es fundamental para minimizar el impacto ambiental. Antes de comprar cualquier cosa nueva, pregúntate si realmente lo necesitas. Muchas veces, el simple acto de reflexionar sobre nuestras compras nos lleva a consumir de manera más consciente y a reducir la acumulación de objetos innecesarios.

Cuando decidas comprar, opta por productos que sean reutilizables o que estén fabricados a partir de materiales reciclados. Además, dale una segunda vida a los objetos antes de desecharlos, ya sea reparándolos, donándolos o transformándolos en algo nuevo.

Finalmente, asegúrate de reciclar adecuadamente, separando los materiales y depositándolos en los contenedores correspondientes. Este enfoque reduce el volumen de residuos que generamos, disminuye la presión sobre los vertederos y promueve una economía circular donde los recursos se aprovechan al máximo.

3. Apoya la agricultura orgánica

El impacto ambiental de nuestra alimentación es enorme, y apoyar la agricultura orgánica es una manera efectiva de reducir ese impacto.

Los productos orgánicos se cultivan sin el uso de pesticidas y fertilizantes químicos, lo que resulta en un menor daño al suelo, al agua y a la biodiversidad local. Además, suelen ser más nutritivos y sabrosos, ya que se cultivan en suelos ricos y se cosechan en su punto óptimo.

Al comprar alimentos orgánicos, no solo estás eligiendo opciones más saludables para ti y tu familia, sino que también estás apoyando prácticas agrícolas que respetan el medio ambiente. Busca mercados locales, cooperativas o tiendas que ofrezcan productos orgánicos, y considera la posibilidad de cultivar algunas frutas y verduras en casa. Este acto simple, pero poderoso, puede reducir tu huella ecológica, apoyar la economía local y reconectar tu dieta con los ciclos naturales de la tierra.


grupo de personas trabajando en huerta casera en terraza de un edificio

4. Reduce el consumo de plástico

El plástico es uno de los mayores desafíos ambientales que enfrentamos hoy en día, especialmente debido a su persistencia en el medio ambiente y su impacto devastador en los océanos. Pequeños cambios en tus hábitos diarios pueden reducir drásticamente la cantidad de plástico que consumes. 

Llevar bolsas reutilizables al supermercado, optar por botellas de agua y tazas de café reutilizables, y evitar productos empaquetados en plástico son pasos importantes. Además, elegir productos a granel o con envases biodegradables también puede hacer una gran diferencia.

Es importante recordar que el plástico, una vez en el medio ambiente, puede tardar siglos en descomponerse, afectando la vida marina y entrando en la cadena alimentaria. 

5. Implementa prácticas sostenibles en el trabajo

La vida sustentable no se limita a lo que hacemos en casa; también incluye nuestras acciones en el trabajo. Crear un entorno laboral más verde es posible adoptando medidas simples como reducir el uso de papel, imprimir solo cuando sea necesario, y optar por productos de oficina fabricados con materiales reciclados.

También es importante apagar las luces, computadoras y otros equipos cuando no se están utilizando, lo que no solo ahorra energía, sino también reduce los costos operativos. Si trabajas desde casa, asegúrate de que tu espacio de trabajo sea eficiente en cuanto a energía, utilizando bombillas LED, optimizando el uso de la luz natural y aislando adecuadamente tu hogar. 

6. Haz compost en casa

El compostaje es una práctica sencilla y efectiva para reducir la cantidad de residuos orgánicos que enviamos a los vertederos, donde a menudo contribuyen a la emisión de gases de efecto invernadero como el metano.

En lugar de tirar los restos de comida y los desechos de jardín, puedes convertirlos en un valioso abono para tus plantas. Al hacer compost en casa, no solo estás reduciendo la cantidad de basura que produces, sino que también estás enriqueciendo el suelo con nutrientes naturales, mejorando su capacidad para retener agua y fomentando un ecosistema más saludable en tu jardín.

Incluso si no tienes un jardín grande, el compostaje en pequeñas escalas, como en macetas o jardineras, es una excelente manera de cerrar el ciclo de los alimentos y de reducir tu impacto ambiental. Además, es una actividad ecológica que te conecta con los ciclos naturales y te enseña a valorar más los recursos que utilizamos a diario.


vida sustentable: compost

7. Consume de forma consciente

Antes de realizar una compra, piensa en el impacto ambiental y social de ese producto. Opta por bienes de calidad que duren más tiempo y que estén fabricados de manera ética. Evita caer en la trampa del consumo rápido y desechable, y en su lugar, busca productos que sean reparables, reciclables o compostables.

Además, apoyar a pequeñas empresas locales o a aquellas que promuevan el comercio justo y la producción ecológica es una forma poderosa de incentivar prácticas responsables en la industria. Recuerda que cada compra es un voto por el tipo de mundo en el que quieres vivir.

8. Reduce el desperdicio de alimentos

El desperdicio de alimentos es un problema global que tiene consecuencias significativas para el medio ambiente. Al planificar tus comidas y comprar solo lo necesario, puedes evitar que los alimentos terminen en la basura. Aprende a almacenar correctamente los productos frescos para prolongar su vida útil y aprovecha las sobras para crear nuevas comidas.

Cuando haces un esfuerzo por reducir el desperdicio de alimentos, también ahorras dinero y recursos. El compostaje de restos de alimentos que no se pueden consumir es otra manera efectiva de minimizar el desperdicio y devolver nutrientes valiosos al suelo. 

9. Fomenta una cultura de reparación

En lugar de desechar objetos que se rompen o dejan de funcionar, considera repararlos. Este enfoque no solo prolonga la vida útil de los productos, sino que también reduce la demanda de nuevos recursos y disminuye la cantidad de residuos que generamos.

Reparar cosas puede ser un proceso gratificante que te enseña nuevas habilidades. Al optar por la reparación en lugar de la compra de nuevos productos, apoyas una economía más circular y sostenible. Desde ropa hasta electrodomésticos, aprender a reparar y dar mantenimiento a tus pertenencias es un acto de responsabilidad ambiental que puede tener un impacto significativo en la reducción de residuos y en la conservación de recursos naturales.

10. Ahorra energía y recoge agua de lluvia

Para ahorrar energía, apaga las luces cuando no las necesites, desenchufa los electrodomésticos en desuso (incluso la heladera si pasarás varios días fuera), y ajusta el termostato para evitar el uso excesivo de calefacción o aire acondicionado. Optar por bombillas LED y aprovechar la luz natural durante el día son también pasos importantes.

Además, puedes recolectar agua de lluvia de manera casera y sencilla para regar tus plantas, limpiar pisos o incluso lavar el coche. Todo lo que necesitas es poner un barril o recipiente grande bajo las canaletas de tu casa para recolectar el agua que escurre. Asegúrate de cubrir el barril con una malla para evitar la acumulación de hojas y mantener el agua limpia. Este sistema no solo te ayudará a reducir el consumo de agua potable, sino que también te permitirá aprovechar un recurso natural que de otra manera se perdería. 


vida sustentable: balde debajo de canaleta para recoger agua de lluvia

Aprende sobre vida sustentable siendo voluntario

Una manera excelente de aprender en la práctica sobre sustentabilidad, es poniendo manos a la tierra en distintos proyectos ambientales, y esto puedes hacerlo a través de los voluntariados.

De este manera podrás adquirir conocimientos que luego podrás aplicar a tu vida cotidiana, tales como la permacultura y la bioconstrucción.

En la plataforma Worldpackers hay cientos de voluntariados ecológicos alrededor del mundo a los que puedes postular hoy mismo. Como voluntario/a, colaboras durante algunas horas al día en algún proyecto que te interese y a cambio recibes alojamiento en el lugar y otros beneficios, como puede ser comidas y acceso gratuito a actividades.

Esto significa que podrás viajar sin pagar alojamiento por el mundo. Pero además de ser un gran recurso para ahorrar dinero en un viaje, hay muchos más motivos para que lo consideres, como el hecho de que conocerás gente con valores similares a los tuyos, desarrollarás nuevas habilidades, y tendrás una inmersión cultural única al convivir con anfitriones locales.

Estos son solo algunos ejemplos de voluntariados ecológicos:

¿Te gustan estas ideas para llevar una vida sustentable? Crea un perfil gratuito en la comunidad de Worldpackers y empieza a guardar tus vacantes de voluntariado favoritas.



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