Qué hacer en Lyon: 10 atracciones gratuitas

Cuando decidí pasar una temporada mejorando mi francés en Lyon, sabía que estaba eligiendo una ciudad llena de historia y cultura, y con una gastronomía reconocida mundialmente. Lo que no imaginaba era cuánto esta ciudad se volvería especial para mí: desde los días soleados en el Parc de la Tête d’Or hasta los paseos por el encantador Vieux Lyon, guardo recuerdos hermosos de allí.

Durante dos meses exploré la ciudad a fondo y descubrí lugares increíbles que pueden ser visitados gratuitamente. En este artículo, comparto con ustedes qué hacer en Lyon gastando poco, junto con algunas curiosidades y consejos prácticos para aprovechar al máximo esta maravillosa ciudad.

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Contexto histórico sobre Lyon

Lyon es una de las ciudades más fascinantes de Francia, con una historia rica que abarca siglos. Fundada en el año 43 a.C. por los romanos bajo el nombre de Lugdunum, rápidamente se convirtió en un centro estratégico y en la capital de la Galia romana debido a su ubicación privilegiada entre los ríos Ródano y Saona (Rhône y Saône en francés).

Durante el Imperio Romano, la ciudad floreció como un importante núcleo administrativo, comercial y cultural. Vestigios de ese periodo, como el Teatro Galo-Romano, aún pueden visitarse y ofrecen una visión de la grandeza de su pasado.

En la Edad Media y el Renacimiento, Lyon jugó un papel central en el comercio europeo, especialmente gracias a su feria anual, que atraía a comerciantes de diversas partes del continente. En el siglo XVI, la ciudad consolidó su reputación como la "capital de la seda" gracias a la introducción de la industria textil, transformándola en uno de los mayores polos de producción de seda de Europa.

Esta actividad no solo moldeó la economía, sino también la arquitectura y la cultura de la ciudad, dejando un legado aún visible en las encantadoras callejuelas de la Croix-Rousse y en las historias de los "canuts", como se les llamaba a los trabajadores de la seda.

Hoy en día, la rica historia de Lyon se mezcla con su modernidad, convirtiéndola en un excelente destino para quienes desean sumergirse en tradición, cultura y belleza.

Curiosidades sobre Lyon

Lyon es una ciudad llena de peculiaridades que enriquecen aún más su historia y cultura. Uno de los hechos más fascinantes es que se considera la cuna del cine.

Fue aquí donde, a finales del siglo XIX, los hermanos Lumière (Auguste y Louis) inventaron el cinematógrafo, revolucionando el mundo con la primera proyección pública de una película en 1895. El Institut Lumière, ubicado en la antigua casa de la familia, es un buen museo que celebra esta importante herencia.

Otra curiosidad de Lyon son los famosos "traboules". Estos pasajes secretos, que conectan calles a través de edificios y patios, son una característica distintiva de la ciudad. Los traboules surgieron originalmente para facilitar el transporte de mercancías, especialmente tejidos como la seda, protegiéndolos de la lluvia.

Además, durante la Segunda Guerra Mundial, los traboules fueron utilizados por la Resistencia Francesa como escondites estratégicos, lo que aumenta aún más su valor histórico. Muchos de ellos se encuentran en los barrios Vieux Lyon y Croix-Rousse, y explorar estos corredores es como entrar en un laberinto histórico.

Qué hacer en Lyon

¿Vamos entonces a las recomendaciones sobre qué hacer en Lyon? Aquí reúno mis paseos gratuitos favoritos:

1. Pasear y relajarse en el Parc de la Tête d’Or

Empiezo por el Parc de la Tête d’Or, uno de mis lugares favoritos en Lyon. Es uno de los parques más bonitos que he visitado en el mundo, con lagos, botes, áreas de recreo para niños, un rosedal (donde se celebra un concurso anual de rosas), un trenecito, invernaderos con diversas especies de plantas y muchísimo césped bien cuidado donde puedes tirarte a disfrutar en los días soleados. Es decir: un lugar perfecto para un picnic, una carrera o caminata, un paseo en familia...

2. Disfrutar la orilla del Ródano

Este era otro de mis programas favoritos en primavera y verano, igual de agradable de día que de noche. Hace poco más de una década, las orillas de los dos ríos de Lyon – el Saona y, especialmente, el Ródano – fueron renovadas, creando áreas para sentarse, césped, flores, pistas de jogging y ciclovías.

En los meses cálidos encontrarás a mucha gente almorzando un sándwich, descansando o tomando un vino al atardecer a la orilla del río. Es una excelente opción para descansar en medio de los paseos turísticos, ya que ambos ríos cruzan varios lugares por donde seguramente pasarás.

Ah, y si buscas una soirée (noche) animada, vale la pena tomar una cerveza en alguno de los barcos-bar que están atracados en la orilla del Ródano. Llamados "péniches", ofrecen vistas muy bonitas.

3. Admirar la ciudad desde la Colina de Fourvière

Hablando de vistas, recomiendo subir a la Colina de Fourvière, donde se encuentra uno de los íconos de la ciudad: la Basílica de Notre Dame de Fourvière. La iglesia es preciosa, pero me gusta aún más la vista de Lyon desde la cima.

Si el clima está despejado, tendrás una idea clara de la distribución geográfica de la ciudad, y es difícil que no te enamores. Para llegar puedes tomar el funicular, que por sí solo ya es encantador.

4. Visitar el Teatro Galo-Romano

A la hora de bajar la colina, en lugar de ir directamente a su pie, donde se encuentra la bella Catedral de Saint Jean, puedes bajar en la estación Minimes y visitar el Teatro Romano. Por allá en el año 43 a.C., los romanos se establecieron en esta región, dejando valiosos rastros de su presencia.

Las gradas de piedra de este gran anfiteatro invitan a subir, sentarte y contemplar la vista. Junto al teatro, el Museo Galo-Romano cuenta la historia de la región, con maquetas y hallazgos arqueológicos.

5. Perderse en Vieux Lyon y buscar los traboules

Presente en cualquier lista de qué hacer en Lyon, el barrio Vieux Lyon es la parte más encantadora de la ciudad, con sus calles estrechas llenas de bouchons (restaurantes típicos), pequeñas tiendas y una sorpresa: los traboules.

¿Recuerdas que hablé de ellos más arriba? Construidos alrededor del siglo XIX, estos son pasajes secretos que conectan calles a través de los edificios y facilitaban el transporte de la seda, un producto muy importante para la economía de la ciudad en aquella época.

Puedes jugar a encontrarlos o usar un mapa para buscar algunos de ellos. Cuando veas una de esas puertas, que suelen estar marcadas con pequeñas placas, vale la pena entrar y explorar. Pero hazlo en silencio y con respeto, porque muchas personas viven en esos edificios.

6. Probar delicias locales en los mercados

¿Sabías que Lyon es considerada la capital francesa de la gastronomía? Puedes conocer los sabores locales en los tradicionales bouchons —bistrós típicos de la ciudad— y en restaurantes reconocidos como los del célebre chef Paul Bocuse, pero también puedes probar muchas cosas ricas en ferias y mercados.

Uno de los mercados más famosos de Lyon es el de Saint-Antoine, que es bastante céntrico. Se encuentra a orillas del río Saône, cerca de la Place Bellecour. Me encantaba pasar por ahí temprano en la mañana los fines de semana y probar quesos, panes y otras delicias.

Otro mercado interesante es el de Place de la Croix Rousse, situado en la cima de la colina del mismo nombre. Además de una hermosa vista, puedes aprovechar la subida para comprar o probar frutas y verduras, embutidos, aves y comidas de otros países. Es un programa menos turístico y muy interesante para quienes disfrutan observar a los residentes locales. Además, comprar comida para cocinar en el alojamiento es una de las formas más agradables de ahorrar en viajes.

Para una versión más gourmet, también puedes visitar el mercado cubierto Les Halles de Lyon Paul Bocuse, cerca de la estación de tren Part-Dieu. Este lugar cuenta con puestos de comida y restaurantes con delicias que van desde queso, pan y frutas hasta escargot, dulces finos y productos regionales.

7. Explorar la Croix-Rousse

¿Viste que mencioné Croix-Rousse en el punto anterior? Mientras que la colina de Fourvière es conocida como "la colina que reza", esta es considerada "la colina que trabaja". El apodo se debe a la histórica ocupación de la colina por los trabajadores de la confección de seda.

Hoy en día, el lugar es una de las zonas más interesantes de la ciudad, con muchas tiendas, restaurantes, bares y talleres de seda que puedes visitar. Una de las formas de llegar allí es subiendo la Montée de La Grand-Côte, donde encontrarás varios traboules, aunque también se puede llegar en metro.

Gracias a la industria de la seda, Lyon se convirtió en la ciudad industrial más importante de Francia hacia el siglo XIX. Pero no todo era color de rosa: los canuts, como se les llamaba a los trabajadores de la industria textil, trabajaban en condiciones muy duras y protagonizaron varias revueltas.

Para conocer un poco más sobre la historia de la ciudad y de esta región en particular, vale la pena visitar la Maison des Canuts, un museo-taller que ofrece visitas guiadas.

8. Admirar los murales

Otra característica destacada de Lyon son los murales que transforman la ciudad en un museo al aire libre e incluyen algunos trompe-l’oeil, ilusiones ópticas que simulan un efecto 3D.

En el barrio États-Unis se encuentra el Musée Urbain Tony Garnier, donde puedes ver 25 de estos murales. Paseé por ahí y me pareció muy interesante, aunque el lugar está un poco alejado de las zonas turísticas habituales. Pero no te preocupes: hay muchos otros murales hermosos repartidos por la ciudad.

Mi favorito, y probablemente el más famoso, es el Fresque des Lyonnais, un enorme mural de un edificio en el que aparecen 30 personalidades de Lyon de diferentes épocas en ventanas y balcones.

Está en el Quai Saint Vincent y merece la pena visitarlo para admirar las ilustraciones de figuras conocidas como los hermanos Lumière (inventores del cine), el escritor Saint-Exupéry (autor de El Principito) y el chef Paul Bocuse.

Y mantente atento: hay más de 100 obras como estas distribuidas por las calles de la ciudad.

9. Refugiarse en el jardín del Museo de Bellas Artes

Hay muchas cosas que hacer en el centro de Lyon, cerca de la Place des Terreaux. Por allí, encontrarás el hermoso edificio de la Ópera, además de varias tiendas, cafeterías, bares... Pero en medio del bullicio, hay un rincón especial: el jardín del Museo de Bellas Artes, donde encontrarás esculturas, bancos, una cafetería y una tranquilidad perfecta para hacer una pausa durante el día.

10. Ver la Fête des Lumières

Para terminar esta lista de cosas que hacer en Lyon, incluyo una atracción que, lamentablemente, no pude presenciar: la Fête des Lumières, o Festival de las Luces, se celebra anualmente durante unos cuatro días alrededor del 8 de diciembre y parece ser increíble. No estuve allí en esa época, pero si tú estás, ¡ve y represéntame!

Durante el evento, los principales edificios de Lyon se convierten en pantallas para instalaciones de luz creadas por artistas de todo el mundo.

Dicen que todo comenzó en 1852, cuando los habitantes de la ciudad comenzaron la tradición de encender pequeñas velas en las ventanas para agradecer a la Virgen María por haber curado a la ciudad de una epidemia de peste. El resultado, hoy en día, es un espectáculo al aire libre que parece maravilloso.

Voluntariado cerca de Lyon con Worldpackers

Si quieres vivir una experiencia única mientras conoces Lyon y sus alrededores, el voluntariado a través de Worldpackers es una excelente opción. En esta plataforma, puedes encontrar anfitriones cerca de Lyon que ofrecen alojamiento gratuito a cambio de tu ayuda en diversas tareas, como recibir a huéspedes en hostales, cuidar jardines, colaborar en proyectos ecológicos o ayudar en fincas familiares.

El sistema es simple: te inscribes en la plataforma, buscas oportunidades que se adapten a tus intereses y habilidades, y coordinas con el anfitrión. Además del alojamiento, muchos anfitriones también ofrecen comidas, actividades culturales o la utilización de bicicleta o coche para recorrer los alrededores en tu tiempo libre.

Viajar como voluntario no solo te ayuda a reducir gastos, sino que también te permite sumergirte en la cultura local, conocer personas de todo el mundo, contribuir positivamente con la comunidad local y aprender nuevas habilidades.

¡Te recomiendo que eches un vistazo a todas las opciones de voluntariado en Francia, porque hay muchas en lugares bellísimos! Yo hice un voluntariado allá para practicar el francés y fue una experiencia increíble.

Si te interesa viajar así, lee nuestro guía sobre cómo funciona Worldpackers.

Y aquí están algunas oportunidades increíbles disponibles en Lyon y alrededores:

• Ayuda en la vida diaria de una familia francesa en un castillo en Lyon
• Voluntariado en un Encantador Hogar con Piscina a 50 minutos de Lyon

Mejor época para visitar Lyon

Lyon es una ciudad que encanta durante todo el año, y cada estación tiene su propio encanto. Aquí tienes los aspectos destacados de cada época:

• Primavera (marzo a mayo):

Con temperaturas agradables y los parques de la ciudad cobrando vida, la primavera es perfecta para explorar Lyon a pie o en bicicleta. El Parc de la Tête d’Or, con sus flores floreciendo, especialmente en el rosedal, se convierte en uno de los escenarios más bonitos de la ciudad. También es una excelente época para hacer picnics y pasear por las orillas del Ródano y el Saona.

• Verano (junio a agosto):

Los días soleados y largos del verano son ideales para disfrutar de los espacios al aire libre. Lyon cobra vida con eventos culturales, como el festival de música Les Nuits de Fourvière. Además, las orillas del Ródano son perfectas para relajarse o disfrutar de los barcos-bar (péniches) al atardecer.

• Otoño (septiembre a noviembre):

El otoño en Lyon es encantador, con las hojas de los árboles tiñendo la ciudad de tonos dorados y rojizos. Es una época ideal para pasear por el Vieux Lyon y las colinas de Fourvière y Croix-Rousse, disfrutando del clima fresco. La temporada de cosechas en la región también significa que es el momento perfecto para degustar vinos y platos de temporada.

• Invierno (diciembre a febrero):

El invierno en Lyon tiene un encanto especial, especialmente en diciembre, cuando se celebra la mágica Fête des Lumières (Festival de las Luces). Incluso en los meses más fríos, puedes calentarte explorando los mercados cubiertos, como el Les Halles de Lyon Paul Bocuse, y deleitarte con platos típicos como la sopa de cebolla o el quenelle.

¿Te animas a conocer Lyon? ¡Prueba hacer un voluntariado por Worldpackers y explora la ciudad y sus alrededores desde una perspectiva diferente!