¿Pensando en viajar por Sudamérica? Entonces no te pierdas estas seis experiencias de vida que sólo podrás tener viajando por Sudamérica, con algunas recomendaciones para que tu viaje sea grandioso.
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Miro al horizonte y me quedo unos minutos pensando. Con una mezcla de orgullo y melancolía. Sudamérica. Qué lindo continente. Qué lindo (y gigante) pedazo de tierra. Cuánta cultura. Cuántas historias. Cuántos lugares por descubrir. Cuántas experiencias esperando ser vividas.
Sudamérica es uno de los lugares más ricos del mundo. No hablo de una riqueza monetaria. Para nada. No es lo que me interesa. Y espero que a vos tampoco. Hablo de su gente. Hablo de su comida. Hablo de experiencias de vida. Hablo de su historia. Hablo de lo que hubo. De lo que hay. De lo que habrá.
Sudamérica me enamora. Nunca se la conoce entera. Siempre hay lugares por recorrer y por descubrir. No importa cuánto viaje, no hay sueño que supere el de, algún día, recorrer Alaska, entrar a Sudamérica y llegar a la Patagonia, con una furgoneta, mi novia y un perro. Es que eso genera Sudamérica. Mientras sigo soñando con utopías que sé algún día alcanzaré, déjame contarte 6 experiencias de vida que solo podrás tener viajando por Sudamérica. Veni conmigo.
Antes de empezar, quiero recordarte que si piensas recorrer este maravilloso continente, no olvides que puedes hacerlo de manera pausada, aprendiendo de su cultura y de su gente, y si al mismo tiempo quieres ahorrar en alojamiento, no dejes de ver las oportunidades en Worldpackers para hacer intercambios y voluntariados en Sudamérica mientras aprendes y ahorras dinero. Y si no sabes aún cómo funciona, aquí te explico todo.
Ahora sí. Empecemos.
No sé si hay adjetivos suficientes para describir lo que es la Patagonia. Tuve la suerte de viajar mucho. Bueno, no es todo suerte, pero no viene al caso. La vida me mandó a la ruta y de eso hace ya 6 años. Y en todos estos años, siempre me encontré gente preguntándome por dos cosas. La primera, cómo es vivir un partido de fútbol en La Bombonera. Y la segunda, cómo es la Patagonia. Me piden que se las describa. Que les cuente dónde arranca, dónde termina, cómo se recorre y cómo se vive. Y yo muero de orgullo.
Bueno, hagamos una pausa. Demás esta decir que Sudamérica esconde muchas maravillas naturales del mundo, no solo la Patagonia. El Monte Roraima, el Machu Pichu, el Amazonas, y así podría continuar horas y horas. Me detengo en la Patagonia porque quiero hablar desde mi experiencia, que es siempre subjetiva y personal.
La Patagonia esconde un encanto particular. No sé bien qué es. Pero sí sé que enamora. Su esencia. Su gente. Sus casas de té. Sus chocolates calientes. Su Cordillera de los Andes. Su Glaciar Perito Moreno. Ushuaia. Tierra del Fuego. Su comida. Su gente. Ah, ya mencioné su gente, ¿no? Es que es tan encantadora. La amabilidad en la Patagonia se encuentra rara vez en el mundo.
Y los paisajes. Sin duda, los paisajes. Manejar por la Patagonia puede llevar horas y horas. No tanto por el tráfico y el estado de las rutas, sino porque, a cada paso, uno para a sacar fotos. Que los 7 lagos. Que El Chalten. Que Calafate. Que el Glaciar. Que esta montaña. Que este otro lago. Que este monte y que este pueblito. Todo merece una foto.
No importa si es otoño, si es primavera, si nieva o si hace sol. La Patagonia es atemporal. No importa la época del año en la que te encuentres, siempre vale la pena visitarla. Que lindo que la Patagonia sea sudamericana.
No te pierdas este artículo si quieres saber cómo viajar a la Patagonia argentina con poco presupuesto.
Recomendación:
Viajar por Sudamérica tiene su encanto y, también, tiene algo de exótico. Nos llena de Adrenalina. Tanto a los que nacimos en Latinoamérica o Norteamérica, como a la gente del resto de los continentes. Hay algo en esta parte del mundo que nos enciende una chispa y nos hace querer recorrerla de sur a norte.
¿Nunca pensaste en ir haciendo voluntariados por toda Sudamérica? Es algo que, si tuviera 6 años menos y recién arrancara a viajar, lo pensaría y mucho. Ir parando en distintos pueblitos o ciudades, ir conociendo sus culturas e ir intercambiando habilidades a cambio de alojamiento. Pipa, en Brasil. Cusco, en Perú. Montevideo, en Uruguay. La Patagonia, en Argentina. Valparaíso, en Chile. Iquitos, también en Perú. Medellín, en Colombia. Y así muchas más.
Esa fantasía de poder ir subiendo por todo el continente, disfrutando su esencia al máximo, es una utopía que esta al alcance de la mano de cualquiera.
La comida es algo que me apasiona cuando viajo. No importa el país en el que este, muero por probar los platos típicos de la ciudad. Y muero por probarlos en ese puestito local, escondido, al que solo va la gente que vive ahí. Me enojo conmigo mismo cuando no lo logro y cuando termino comiendo en algún restaurant turístico, que infla los precios y escatima en sabores.
Y en Sudamérica, gracias a Dios, los platos típicos abundan, y también lo hacen los bodegones locales, donde por poco dinero te sirven platos con mucho sabor, y amor. La gastronomía sudamericana es riquísima en sabores y en recetas, y tiene para todos los gustos. Recetas milenarias que siguen en pie y que, por suerte, siguen enamorando, sin importar la edad del comensal.
¿Cómo no probar unas arepas en Colombia? ¿O cómo no rendirnos ante un Ceviche en Perú o Ecuador? ¿Cómo no vamos a probar la experiencia de comer un asado en Argentina o Uruguay? ¿O la de comer un buen locro? O la Feijoada en Brasil. Bueno, y también el Acaí.
Hay tantos platos en Sudamérica que un artículo me queda corto. El Pabellón Criollo, el Sandwich de Chola, la Bandeja Paisa, la Chorrillana y más, muchísimo más.
¿Ya te convencí para que vivas estas experiencias viajando por Sudamérica? Espera. Aún hay más...
Bonus track: ¿Probaste el Mate? Esa bebida tan típica en Argentina o Uruguay, que nos acompaña a cualquier lugar del mundo, no importa dónde sea.
Es un ritual para nosotros, y es parte de nuestra cultura. Si todavía no te animaste a probarlo, es hora de que lo hagas. Si viajas por Sudamérica, no dudes, si ves a alguien tomando mate, en pedirle uno y compartir una charla. Esa es la gracia del mate. Sociabilizar.
Los sudamericanos somos muy pasionales. De eso no hay duda. Vivimos cada día como si fuera el último. Y esa pasión también se traslada al deporte. En especial, al menos para mí, al fútbol.
Como te contaba antes, una de las preguntas que más me hacen al viajar y enterarse que soy Argentino, es como se vive un partido de fútbol en La Bombonera, la cancha de fútbol de Boca Juniors. Capaz vos, que estas leyendo, seas de River, de Independiente de Medellín, de la U de Chile o de San Pablo. No importa. Mi ejemplo es solo un ejemplo que retrata la pasión que sentimos cada uno de los sudamericanos cuando vamos a una cancha de fútbol.
Lejos estoy, con estas palabras, de querer rivalizar o caer en peleas sin sentido.
Te decía, la pasión por el fútbol en Sudamérica se vive como en ningún lado del mundo. Es, sin duda, algo que tenes que vivir en tus experiencias viajando por Sudamérica.
Me acuerdo, cuando volví a Argentina hace un año, de visita, haber ido a la cancha con mi papá. Es un ritual que hacemos desde que era chiquito. Es uno de mis favoritos. Boca ganó 2-0. Pero eso no fue lo importante. Lo más lindo fue la cantidad de gente que había en el estadio. Cómo se gritaron los goles.
Cómo me abracé con desconocidos y cómo me quedé sin voz. Eso es la pasión por el fútbol en Sudamérica. Gritar hasta quedarse afónico. Que tu día cambié (para bien o para mal) por si una pelota pasó la línea o no.
Es, sin duda, una experiencia de vida que no te podes perder. Y si es en la cancha de Boca, mejor ;)
No te pierdas las mejores aplicaciones de viaje para recorrer Sudamérica.
La historia sudamericana es rica, dura, triste, con altibajos, y merece ser contada y escuchada. La historia en esta parte del continente no arranca con la colonización española, sino mucho antes. Con la cultura inca. Con la cultura mapuche. Con todos los pueblos indígenas de la región.
Cada ciudad y cada país tiene algo para contar. Algo para ofrecer. Y, te ruego, lo escuches. Lo leas. Te intereses. Podes, al final del día, concordar con algunas cosas, y con otras no. No importa. Es tu opinión y siempre merece ser respetada. Pero te recomiendo sumergirte en la historia sudamericana. Vale la pena escucharla.
Como te contaba, es dura y está llena de altibajos. En muchos lugares es un tema sensible y, seguramente, habrán muchos puntos de vista. Escuchala. Recorre las calles de las ciudades. Intenta imaginarte como era hace cientos de años. Preguntale a la gente. Sé curioso. Es la mejor manera de aprender.
Bonus Track: Si estas con ganas de leer un libro con respecto a la historia de Sudamerica, no dejes de leer Las Venas Abiertas de America Latina, de Galeano.
No empieces a viajar por Sudamérica sin antes leer estos consejos.
El Amazonas, últimamente, fue noticia por hechos no tan felices. Los incendios en esta zona son cada vez más grandes (y frecuentes) y de a poco estamos perdiendo a nuestro pulmón. El pulmón del mundo.
¿Por qué el Amazonas es tan importante? El Amazonas regula el clima, alberga más de 6000 especies animales y más de 40.000 especies de plantas y, finalmente, es hogar de 33 millones de personas. Por esto, y mucho más, es una región de suma importancia, no solo para Sudamérica, sino para el mundo. Y por esto, el Amazonas merece ser cuidado por todos.
Otra forma de empaparse con la cultura amazónica, entender lo que pasa y por qué es tan importante, es conocerlo. Es una experiencia de vida, con todas las letras. Conocer el Amazonas, su verde, su flora, su fauna, sus ríos, su gente. Dios. ¡Qué continente tan rico es América!
Sumergirte en el Amazonas debe ser lo más parecido que hay a sumergirte en una película de Avatar. Pasar unos días ahí dentro, entre gente local, viviendo cómo ellos lo hacen y experimentando un ecosistema totalmente diferente, pero igualmente de rico y llamativo, sin duda vale la pena. Es una razón más (de las tantas que hay) para viajar por Sudamérica.
Tip: Si estas en Iquitos, estas en un buen lugar para hacer base y entrar al Amazonas.
Si sos sudamericano (o latinoamericano), esta pregunta, sin duda, aplica para vos: ¿Cuántas veces te pasó de conocer a una persona europea y que, al darle un beso en la mejilla, se quede petrificado/a sin saber que hacer? A mí, al menos, miles y miles.
Es que nuestra cultura es así. Somos cariñosos. Somos sensibles. Somos afectuosos. Abrazamos. Besamos. Damos palmadas. Gritamos. Nos reímos fuerte. Compartimos. Socializamos. Nos junta juntarnos. Compartir. Pasar noches juntos hablando hasta altas horas. No digo que gente de otro continente no. Pero nosotros lo hacemos, y bastante menudo.
Así es nuestra cultura y, sin dudas, es una de las razones por las que tener que visitar Sudamérica. Conocer a un desconocido y que, 10 minutos después, te de un abrazo. Ir a comer y que el camarero te de una palmada de agradecimiento. Ir a un estadio de fútbol y que un desconocido te abrace como si fueras su hermano o hermana. Conocer a los amigos/as de tu amigo/a y que te saluden con un beso, aunque no te conozcan.
Eso es Sudamérica. Es contacto. Es carisma. Es afecto. Es amor. Es vivir a pleno.
¿Sí o sí tenes que viajar a Sudamérica? No lo sé. El mundo es muy grande y hay muchos lugares por conocer. En eso estamos de acuerdo. ¿Te recomiendo viajar por Sudamérica? Sin dudas. Es una experiencia única, irrepetible.
Viajar por Sudamerica es algo que nunca te vas a olvidar y que, cuando seas grande, vas a contarle a tus hijos y nietos.
¿Por qué? No lo sé bien todavía. Hay algo en el continente. Hay magia. Hay algo que atrapa. Hay algo que hace que, los que vienen, nunca se lo olviden. Es, sin dudas, una experiencia de vida que nunca te vas a olvidar. Haceme caso. Y no olvides que puedes hacer voluntariados en Sudamérica para quedarte más tiempo en un lugar y empaparte de su cultura.
Y, si pasas por Buenos Aires, avísame. Que vamos a la cancha y comemos un asado.
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Andreia
Oct 16, 2019
Que texto ❤️
Jose Rodolfo
Oct 23, 2019
Me quede enamorado con ese texto. Soy de Mexico y mi gran sueño es bajar y vivir por cada uno de esos increíbles países. Saludos y espero emprender mi viaje y así como tú poder compartirlo con todos.