Cómo un voluntariado me ayudó a darle otro rumbo a mi vida
No te cuento mi experiencia en el voluntariado, no te cuento lo que tuve que hacer, ni a dónde fui. Te cuento en lo que me convertí y lo que aprendí, con esta experiencia tan increíble.
4min
Nunca pensé que una decisión tan momentánea cambiara la perspectiva de mi vida. Decidí viajar por primera vez cuando pasaba por una situación difícil en mi vida y una amiga me incentivó a hacer un voluntariado en Brasil con Worldpackers. Al comienzo lo vi como una propuesta salida de mi realidad, nunca lo había hecho antes y no me sentía segura de emprender ese viaje estando tan confundida y desanimada.
No sé si la vida me mandó esta propuesta para que yo la tomara y cambiara todo lo que estaba sucediendo a mi alrededor, pero decidí aceptarla sin tanta planificación. Tardé un par de semanas programando todo y justo después, emprendí mi viaje con una sensación en mi pecho de nostalgia, nervios y emoción.
Todo era nuevo para mí, nunca había viajado sola, nunca hablé con nadie que hubiera hecho un voluntariado en otro país, no conocía la primera persona que hubiera usado Worldpackers, no sabía portugués, no tenía certeza de que todo fuera a salir bien, pero confíe en mi instinto y me lancé al vacío.
En ese entonces Worldpackers no era tan conocido, no habían tantas personas brindándote información como lo hay ahora, ni tantos viajeros demostrándote que viajar haciendo voluntariados vale la pena, por lo tanto investigué por mi lado cómo funcionaba, leí un par de referencias y busqué el hostal al que iba en su propia página, tan sólo para asegurarme un poco más de que estaba yendo al lugar correcto y en dirección correcta.
Sin tanto presupuesto, llegué a este hermoso lugar que me recibió con un brasilero que hablaba un poco de español. Era mejor de lo que imaginaba, acogedor y lleno de voluntarios increíbles, cada uno muy diferente al otro. El espacio que me dieron para mi lo sentí perfecto, la energía era diferente, el ambiente definitivamente era lo que necesitaba para renacer. Desde ese primer momento me sentí afortunada de la decisión que había tomado con tanta inquietud.
Cómo un voluntariado me ayudó a darle otro rumbo a mi vida
Aquí empezó mi transformación personal, los primeros días fueron de entenderlo todo, de conocer el espacio, las personas, el trabajo. Luego de comprender la dinámica, empecé a disfrutarlo con más tranquilidad, me levantaba motivada a ayudar en el hostal, fascinada salía a conocer cada rincón de la ciudad y sin tanto esfuerzo todos los días conocía a miles de personas.
Sin haber pasado tantos días allí ya me sentía como en un hogar aunque estuviera lejos de casa. Me abrí a vivir cada momento y a conocer a cada persona que se me acercaba, me abrí a volver a sentir cada pequeño detalle que sucedía, me abrí a estar de nuevo en el presente y ser lo que había dejado de ser antes de este maravilloso viaje.
Era impresionante cómo me cambiaba el pensamiento cada día que pasaba allá, de estar confundida y desorientada pasé a estar agradecida con la vida por ponerme ahí, en ese lugar nuevo, que no conocía pero que pareciera que sí, en ese lugar que parecía mi casa, aunque realmente fuera pasajero para mi.
Entonces pasaron dos meses en un abrir y cerrar de ojos y fue el momento de partir. La despedida fue dura, pero reconfortante, al saber que me iba con nueva familia en otro lado del mundo que aún sigo queriendo como si nunca nos hubiéramos dejado de ver.
Al llegar a mi casa de nuevo, me di cuenta que esas decisiones que no piensas tanto, que no sabes cómo saldrán, pueden ser las mejores de tu vida, pueden sacarte del hueco donde te encontrabas y pueden hacerte renacer, esa es la palabra que encontré y que adopté como nombre de mi primera experiencia como viajera.
Cómo un voluntariado me ayudó a darle otro rumbo a mi vida, a renacer, a descubrirme.... a cambiar.
Ahora entiendo que cada viaje es un renacer, es una oportunidad para que te descubras cada día más y que entiendas que la vida te pone en esos diferentes lugares con un propósito. Cada viaje es un aprender de ti y de los otros, del lugar, del momento y del espacio. Cada viaje es una ocasión para que seas lo que quieres ser.
Yo tuve la oportunidad de entenderlo rápido y por eso sigo viajando, sigo recolectando experiencias y sigo conociendo lo que soy cuando estoy sola, cuando estoy lejos de casa, pero cerca de mi hogar, ese hogar que creo cuando me siento en paz y esa paz que me llega cuando estoy en el lugar donde tengo que estar. Ahora, es momento de que seas tú el que también se contagie de la magia que tiene emprender tu camino hacia lo desconocido y volar, volar alto hasta donde la vida te lleve, sin miedo, sin pensarlo tanto, porque ese preciso lugar es donde tú, exactamente tú, tienes que estar.
Recuerda que a través de Worldpackers puedes encontrar cientos de opciones en todo el mundo para intercambiar tus habilidades por alojamiento.
Si estás en busca de un cambio, puedes leer: Cómo cambiar mi estilo de vida: Guía para desarrollar hábitos saludables.
Pilar
Ene 28, 2021
Me ha encantado la historia, en cuanto pase la pandemia, me voy!
Villca Mollisaca
May 04, 2021
Me encanto todo me gustaría poder hacer el voluntariado en algún lugar del mundo
Paula Andrea
Ene 23, 2022
Hermosa historia, muy pronto estaré escribiendo la mía❤️
Matías Nicolás
Mar 31, 2022
Qué hermoso blog con toda tu experiencia! Éxitos!! A seguir capitalizando experiencia 💪🏻
ovidiu
Ene 22, 2023
Este un blog frumos , imi place mult worldpackers chiar daca nu am calatorit inca cu ei worldpackers