Sobre su experiencia en: Picena, España
España
No me di cuenta hasta un tiempo después, pero desde el primero momento realmente sí, me trataron como un familiar. Para mí no había un solo anfitrión, todos parecían anfitriones enseñándome. Fueron claros, respetuosos, y comprensivos. Me ayudaron lo que necesitaba de la manera campestre. Antonio es una persona generosa, y apasionada en lo que hace, fiel a sus raíces. Estaba nerviosa cuando llegué a Granada, pero un hombre delgado y con sombrero apareció a saludarme alegremente, y me contagió eso: alegría. Para autistas: Recomendación por momentos de interacción social: 6/10
hace más de 1 año