Descubre qué es un desarrollo sustentable y su importancia para garantizar el futuro del planeta, equilibrando economía, sociedad y medio ambiente.
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En la búsqueda del equilibrio entre el progreso humano y la preservación del entorno en el que vivimos, surge una filosofía que es fundamental para el presente y el futuro: el desarrollo sustentable.
No se trata simplemente de un concepto de moda, sino un enfoque holístico que aborda los desafíos globales desde una perspectiva integral para llevar una vida más sostenible.
En este artículo, exploraremos a fondo qué es el desarrollo sustentable, conociendo sus principios fundamentales y destacando su importancia en la búsqueda de un mundo más justo y respetuoso para todos los que lo habitamos. Descubramos juntos por qué el desarrollo sustentable no es solo una aspiración, sino una necesidad imperante.
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El desarrollo sustentable es una forma de abordar los desafíos actuales y futuros, garantizando que las necesidades de las generaciones presentes se satisfagan sin comprometer la capacidad de las futuras para satisfacer sus propias necesidades. Es un enfoque integral que busca equilibrar la economía, la sociedad y el medio ambiente, reconociendo que estos tres aspectos están interconectados y dependen mutuamente.
Cuando hablamos de este tema, no solo pensamos en árboles o animales; también consideramos factores económicos y sociales. Porque sí, queremos disfrutar de un buen café en el desayuno sin sentirnos culpables por el impacto ambiental que esto podría tener.
Es importante destacar que el desarrollo sustentable no se trata solo de conservar los recursos naturales, sino también de promover la justicia social y la equidad. Busca garantizar que todas las personas tengan acceso a oportunidades y recursos, sin importar su origen o condición social.
Aunque suenan similar, "sustentable" y "sostenible" tienen sus matices distintivos.
El término sustentabilidad, se enfoca más en satisfacer las necesidades humanas tomando prestados recursos del planeta con la promesa de hacerlo con respeto. Se piensa en proyectos o prácticas que no solo buscan proteger recursos hoy sino también garantizar su disponibilidad a futuro.
Pero aquí está la clave: ser sustentable implica considerar aspectos ambientales junto con los humanos y económicos; es decir, busca ese punto donde conviven progreso e integridad ecológica. Piensa en una balanza equilibrada donde cada lado tiene igual peso; esa es la meta final del desarrollo sustentable.
Por otro lado, ser sostenible es como ser ese corredor maratonista incansable; busca mantenerse en pie por mucho tiempo sin caer exhausto al piso – económicamente hablando claro está.
Es decir, que si bien el término "sostenible" también se centra en mantener lo que tenemos ahora sin comprometer el mañana, se inclina más hacia la conservación a largo plazo sin tantas miradas puestas sobre factores sociales o económicos.
El desarrollo sustentable se divide en tres tipos principales: social, económico y medioambiental:
La sustentabilidad social busca promover la igualdad y justicia social.
La sustentabilidad económica pone énfasis en crecimiento e inversión sostenibles.
Mientras que la sustentabilidad medioambiental toma medidas para proteger nuestro planeta.
Cuando hablamos de desarrollo sustentable, nos referimos a una estrategia a largo plazo. Podemos pensar en los principios de un desarrollo sustentable como una receta para preparar un plato exquisito: requiere ingredientes específicos, medidas exactas y mucha atención en el proceso para lograr ese sabor perfecto que no solo deleita sino que nutre.
El primer principio es como la base de nuestra receta: satisfacer las necesidades humanas fundamentales. No basta con poner un techo sobre nuestras cabezas; hay que pensar en educación, salud y seguridad también.
A nivel global esto significa acciones concretas. Por ejemplo, programas como los establecidos por Naciones Unidas de ciudades y comunidades sostenibles (ODS 11), buscan erradicar la pobreza extrema y el hambre, garantizando así una mejor calidad de vida para todos.
Todos merecen una rebanada del pastel —ese es nuestro segundo principio— equidad e igualdad social. Se trata de crear oportunidades para cada individuo sin importar su origen o condición económica.
Distribuir riqueza no significa simplemente repartir dinero al azar; implica estructurar sistemas financieros justos y accesibles. Puedes ver cómo funciona esto echando un vistazo a iniciativas como el programa de Inclusión Financiera del Banco Mundial.
Nuestro tercer ingrediente gira entorno al respeto por nuestro planeta tierra —la conservación eficiente de recursos naturales— porque ¿de qué sirve disfrutar hoy si mañana ya no queda nada? Imagina tomar agua directamente del grifo sabiendo que cada gota cuenta; eso requiere gestión inteligente más allá del simple consumo responsable.
Estos proyectos demuestran cómo el aprovechamiento de recursos naturales puede generar un impacto positivo en nuestro entorno. La transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles es crucial para nuestra sociedad, y estos ejemplos sirven como modelos a seguir.
Es importante destacar que la implementación de estas tecnologías también conlleva beneficios económicos, ya que pueden reducir los costos a largo plazo y crear nuevos empleos.
El turismo sostenible, las casas ecológicas, la bioconstrucción y la agricultura orgánica son todos actores fundamentales en el desarrollo sustentable. Aunque parezca tema del que otros se tienen que ocupar, todos podemos hacer nuestro aporte para cuidar el medioambiente.
Alrededor del mundo, hay historias que inspiran y demuestran cómo el desarrollo sustentable no solo es posible sino también exitoso. Vamos directo al grano con algunos ejemplos que marcan la diferencia:
Costa Rica ha dado un giro espectacular en las últimas décadas, convirtiéndose en un líder mundial en conservación ambiental. Este país centroamericano pasó de tener una tasa alarmante de deforestación a restaurar su cubierta forestal hasta casi el 60%.
Pero ¿cómo lo lograron? A través de políticas públicas innovadoras como el pago por servicios ecosistémicos, incentivos para proteger los bosques y energía renovable que actualmente alimenta más del 95% del país.
Y no se quedaron ahí: la visión holística llevó a integrar comunidades locales en proyectos ecoturísticos, generando empleo mientras cuidan su riqueza natural. Esta estrategia inteligente muestra claramente cómo economía y ecología pueden ir de la mano sin sacrificar ninguna.
Conoce lo mejor del ecoturismo en Costa Rica.
Cruzando el océano hacia Europa nos encontramos con Dinamarca, conocida por sus paisajes idílicos y... ¡sus molinos! No hablamos solo de aquellos antiguos y pintorescos, sino también de turbinas modernas capaces de generar enormes cantidades de energía verde. De hecho, más del 50% del consumo eléctrico danés proviene ahora del viento. Con una apuesta fuerte por esta tecnología desde los años setenta han conseguido ser pioneros mundiales en este sector.
Pero aquí lo interesante es ver cómo esa decisión transformó incluso su mercado laboral; creando miles de trabajos relacionados con energías renovables, formando así un círculo virtuoso donde todos ganan: el medio ambiente recibe menos CO2 mientras sus habitantes consiguen trabajo especializado.
Suecia merece una mención especial por sus impresionantes tasas de reciclaje. Casi nada se desperdicia en Suecia; más del 99% de todos los residuos domésticos se reciclan o convierten en energía a través de incineración controlada.
Noruega se ha convertido en una potencia mundial en términos de sostenibilidad gracias a sus políticas progresistas y su compromiso con la innovación verde.
El país nórdico tiene como objetivo ser neutral en carbono para 2030 e invierte fuertemente en energía renovable, transporte público eficiente y tecnología limpia.
Singapur (foto de abajo), conocida como la "Ciudad Jardín", es uno de los mejores ejemplos globales de desarrollo sustentable urbano. A pesar de su alta densidad poblacional, Singapur ha implementado medidas innovadoras para mantener su entorno limpio y verde. Esto incluye jardines verticales, techos verdes y parques urbanos interconectados.
Curitiba es un referente en desarrollo sostenible en América Latina por su eficiente sistema integrado de transporte público y su exitoso programa municipal reciclaje. La ciudad también ha hecho un gran trabajo al incorporar áreas verdes urbanas para mejorar la calidad del aire y el bienestar general de sus habitantes.
Portland, conocida por su cultura ecologista e innovadora política medioambiental urbana, está a la vanguardia del desarrollo sustentable en los Estados Unidos. La ciudad se ha comprometido a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y promover el uso de energía renovable, además de fomentar un estilo de vida saludable y sostenible entre sus residentes.
Pero no solo nos quedemos con estos ejemplos que están haciendo un meritorio trabajo en el desarrollo urbano verde; también prestemos atención a las pequeñas comunidades sostenibles que existen por todo el mundo, ya que de ellas podemos aprender mucho para aplicar a nuestra propia vida diaria.
Y ¿qué mejor manera para aprender de ellas, que vivir en ellas? Si te preguntas cómo eso es posible y te interesa la posibilidad, te contamos que hay una gran cantidad de comunidades que están abiertas a recibir gente que quiera colaborar a través de un voluntariado.
Los voluntariados ambientales te dan la posibilidad de formar parte de estos proyectos ecológicos brindando tu ayuda en distintas tareas que sean necesarias durante algunas horas al día, y a cambio recibes alojamiento en el lugar y otros beneficios, como pueden ser comidas.
Estas oportunidades puedes encontrarlas en la categoría de voluntariados en comunidades sostenibles dentro de la plataforma Worldpackers.
Los beneficios de hacer un voluntariado son muchos, ya que desarrollarás nuevas habilidades, conocerás a mucha gente con intereses y valores similares a los tuyos, y además también es una excelente vía para poder viajar barato por el mundo, ya que puedes hacerlo sin pagar alojamiento. Esto lo hace un plan excelente para viajar de mochilero.
Estos son solo algunos ejemplos:
Conoce más sobre los voluntariados, en: Qué es y cómo funciona un intercambio de trabajo.
¿Te gustan estas ideas? Crea un perfil gratuito en la comunidad de Worldpackers y empieza a guardar tus vacantes de voluntariado favoritas.